LA CALCULADORA
Una
calculadora es un dispositivo que se utiliza para realizar cálculos
aritméticos. Aunque las calculadoras modernas incorporan a menudo un ordenador
de propósito general, se diseñan para realizar ciertas operaciones más que para
ser flexibles.
Los modelos
más complejos, habitualmente llamados científicos, permiten calcular funciones
trigonométricas, estadísticas y de otros tipos. Las más avanzadas pueden
mostrar gráficos e incorporan características de los sistemas algebraicos
computacionales, siendo también programables para aplicaciones tales como
resolver ecuaciones algebraicas, modelos financieros e incluso juegos. La
mayoría de estas calculadoras puede mostrar números de hasta diez dígitos
enteros o decimales completos en la pantalla.
En la
enseñanza de las matemáticas la calculadora puede ayudar a que los estudiantes
refinen sus conjeturas de manera progresiva.
El uso de la
calculadora como herramienta didáctica puede ayudar a los estudiantes a
resolver problemas, con mayor eficiencia, problemas más difíciles comparados
con el uso exclusivo de lápiz y papel.
VENTAJAS
Las calculadoras favorecen las
relaciones entre matemáticas y realidad.
- Podemos trabajar con los datos que obtenemos de la experiencia, no necesitan ser modificados para facilitar su tratamiento.
Se facilita el estudio de nuevas aplicaciones, en especial aquellas que necesitan el tratamiento de la información para realizar después un análisis gráfico, funcional o estadístico.
Posibilitan la adquisición de más experiencias prácticas que crearán modelos mentales para la introducción de un determinado concepto o para establecer conexiones con otros conocimientos matemáticos.
- Podemos trabajar con los datos que obtenemos de la experiencia, no necesitan ser modificados para facilitar su tratamiento.
Se facilita el estudio de nuevas aplicaciones, en especial aquellas que necesitan el tratamiento de la información para realizar después un análisis gráfico, funcional o estadístico.
Posibilitan la adquisición de más experiencias prácticas que crearán modelos mentales para la introducción de un determinado concepto o para establecer conexiones con otros conocimientos matemáticos.
-El tratamiento de distintos tipos de cálculo: mental, escrito, aproximado y con calculadora.
La utilización de diferentes procedimientos para una misma tarea, como ocurre en los métodos algebraicos, iterativos y gráficos para la resolución de ecuaciones, que en principio pueden ser diferentes, pero tienen bases comunes y complementarias.
-Favorece el planteamiento de ciertas actividades.
Es este un tipo de trabajo que siempre se ha visto obstaculizado por la falta de tiempo en nuestras clases; con la calculadora podemos disponer de parte del tiempo que hasta ahora se dedicaba a la consolidación de destrezas y a la realización de operaciones.
Las
calculadoras actuales permiten automatizar el trazado de la gráfica de una
función o la realización de operaciones con matrices para obtener resultados
con rapidez y continuar con nuestra tarea.
-Se favorece la creación y utilización de estrategias personales.
El aprendizaje de las matemáticas es un continuo avance en el proceso de esquematización del estudiante, y este proceso se ve mejorado cuando es el mismo estudiante el que ha de encontrar su propio procedimiento que lleve a la solución.
En el campo de las destrezas de cálculo, cuando una persona consigue crear un algoritmo propio para realizar una operación, estará más preparada para comprender el algoritmo tradicional.
En lugar de memorizar una regla, la
podrá comparar con su propio procedimiento para encontrar semejanzas y
diferencias.
Los procedimientos de los estudiantes tienen una mayor aportación de la intuición y de los esquemas de pensamiento del individuo, pero muy a menudo se basan en estrategias repetitivas que pueden ser utilizadas únicamente con la ayuda de la calculadora. Además, en algunos casos, podemos aprovechar la monotonía de estos métodos para incitar a los estudiantes a dar el paso en la búsqueda de métodos más generales como los algebraicos.
DESVENTAJAS
Incapacidad de dar un resultado exacto,
radicales y números trascendentales, creación de dependencia del artilugio y
con el consecuente detrimento de las habilidades mentales de cálculo. Muchas es
veces es más rápido hacer operaciones aritméticas sencillas de pocas cifras que
con la propia calculadora.
Que un alumno use la
calculadora erróneamente pero crea que la respuesta es correcta porque fue el
resultado dado por la calculadora.